…Sus pétalos encarnados le hablan a mi herida, y ella les corresponde.
Son sutiles; parecen flotar, pero me hunden,
perturbándome con sus súbitas lenguas y su color,
una docena de pesadas plomadas alrededor de mi cuello.
Nadie me observaba antes, ahora me siento observada,
los tulipanes me miran, y también la ventana
donde una vez al día un rayo de luz lentamente crece y decrece,
y me veo a mí misma, chata, ridícula, una sombra recortada en un papel,
entre el ojo del sol y los ojos de los tulipanes…

tulipanak

Irudia: TX4RLi
Testua: Sylvia Plath – Poema osoa: hemen / aquí el poema entero.

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